
XBOX SERIES S Y SERIES X reseña
XBOX SERIES S Y XBOX SERIES X. Después de tres semanas de pruebas intensas estoy listo para dar un veredicto definitivo sobre las dos nuevas consolas domésticas de Microsoft.
La decisión de tratar ambas Xbox en el mismo artÃculo se debe a los numerosos puntos en común entre las dos máquinas. Sistema operativo, arquitectura de hardware (APU Zen 2 + RDNA2) y sobre todo los juegos soportados.
XBOX SERIES S Y XBOX SERIES X. Packaging y estética

El embalaje de ambas consolas ha sido estudiado en detalle. A través de una apertura de cofre que, además de ser muy agradable a la vista, hace que todo el proceso de desembalaje sea mucho más rápido y menos tedioso. Dentro de las dos cajas encontramos la consola, un Gamepad, el cable de alimentación, un cable HDMI de Ultra Alta Velocidad para soporte 4K hasta 120 cuadros por segundo, y finalmente 2 baterÃas AA Duracell para el Gamepad.
Xbox Series X es masiva y más pesada que Xbox One X. El peso, como en el caso de One X, viene dado por el generoso disipador de calor a cámara de vapor. Las dimensiones, a diferencia de lo que podrÃa haber parecido el anuncio durante el TGA 2019, están decididamente contenidas. Obviamente en relación con el hardware y el sistema de refrigeración.
La rejilla superior es el toque final de clase de la consola, gracias a un efecto óptico que simula la presencia de un LED verde. Que recuerda a la primera Xbox de 2001.
Es posible colocar la consola tanto en vertical como en horizontal, estando equipada con pies de goma en el lateral y una gran base circular en la parte inferior, pero yo recomendarÃa la primera solución. Horizontalmente la consola funciona a la perfección, pero pierde mucho de su encanto. Evidentemente, la ranura del reproductor de Blu-Ray 4K no falta para tÃtulos en formato fÃsico y el visionado de pelÃculas que se camufla perfectamente en el diseño general de la consola.

Xbox Series S, por otro lado, es una de las consolas más pequeñas que he tenido la oportunidad de probar, ocupando la mitad del espacio de una Xbox One S / X. El peso es bastante abundante considerando el tamaño. De hecho un espacio de trabajo tan pequeño requerÃa el uso de un disipador de calor más grande que el que se veÃa en Xbox One S. El pequeño de Microsoft, a diferencia del gran monolito negro, nació para ser posicionado horizontalmente. pero nada impide que se coloque verticalmente si es necesario.
La rejilla circular negra justo encima del disipador de calor es sin duda uno de los sellos distintivos de la consola. Pero sigo teniendo la idea de que una rejilla blanca se habrÃa adaptado mejor al diseño general de la máquina. Lo que se ha dicho sobre la Serie X también se aplica aquÃ. La calidad de construcción es de primera y nunca he escuchado ruidos plásticos al manipular la consola o durante largas sesiones de juego. Cabe señalar la ausencia de un lector óptico, ya que estamos hablando de una consola totalmente digital que definitivamente mira hacia el futuro.

En ambas consolas encontramos un puerto USB 3.2 en la parte frontal y otros dos en la parte posterior. Útiles para cargar o usar el Gamepad o conectar un disco duro externo. Finalmente, está el Slot de expansión propiedad de Microsoft para aumentar la memoria a través de tarjetas SSD.
Sistema operativo, nuevas funciones y Gamepad

La primera configuración de las dos consolas es mucho más rápida que en el pasado. Además del procedimiento estándar clásico a través del Gamepad, puede optar por la configuración a través de la aplicación Xbox de su teléfono inteligente. Lo que hace que ingresar los datos de su cuenta sea mucho más inmediato. Este paso inicial tarda unos 10 minutos, pero el tiempo puede variar según la conexión disponible para descargar la última versión del sistema operativo.
Una vez que lleguemos al dashboard nos sentiremos inmediatamente como en casa. Xbox Series X y S desde este punto de vista fueron la actualización menos traumática. No habÃa necesidad de aprender a usar la nueva interfaz, siendo la misma presente en Xbox One.
En este sentido, la transición de Xbox One a Xbox Series X | S me recordó el clásico cambio de componentes que se produce en el entorno de PC. Sin embargo, esto no se traduce en una falla en la actualización, al contrario, es posible notar de inmediato la velocidad extrema de ambas nuevas consolas de próxima generación de Microsoft.
El nuevo SSD NVME, la CPU basada en la arquitectura Zen2 (Ryzen 3000 y Ryzen Mobile 4000) y el uso de una rápida RAM GDDR6 son los principales impulsores de todo esto, con cargas reducidas al mÃnimo en el tablero, en las aplicaciones y por supuesto incluso en los juegos más exigentes. El uso de una unidad de estado sólido también permitió la implementación de una caracterÃstica muy bienvenida como Quick Resume. Es posible abrir hasta 5-6 tÃtulos al mismo tiempo y cambiar entre ellos sin tener que reiniciar el juego de vez en cuando. En un principio puede parecer que todo está gestionado por RAM, sin embargo lo más sorprendente de todo esto es el papel clave que juega el SSD, con una partición dedicada a Quick Resume.
Por tanto, nos encontramos ante una novedad sin precedentes. Incluso será posible apagar por completo la consola, desconectarla del suministro eléctrico y volver a enchufarla, y el juego se reanudará donde lo dejamos. Hay que decir, sin embargo, que no todo es rosa y flores. Algunos juegos aún no son totalmente compatibles con Quick Resume. Por lo tanto para estos tÃtulos será necesario continuar con el guardado clásico y el posterior cierre del juego. En cualquier caso, Microsoft ya ha informado a los usuarios que está trabajando para que todos los juegos sean compatibles. Excepto por supuesto para aquellos juegos que requieren una conexión online constante como Destiny 2 o Sea of ​​Thieves.

En las dos consolas, el espacio para la instalación de juegos es de 802 GB para Serie X y 364 GB para Serie S. Las el resto del espacio lo ocupan el sistema operativo y Quick Resume.
Aunque el espacio disponible para la Serie S puede parecer pequeño, dada su naturaleza all -digital, hay una aclaración necesaria que hacer: el peso de las instalaciones en muchos casos es menor al que se puede ver en la Serie X, ya que la instalación de packs de texturas 4K y todos esos no serán datos requeridos para la presentación de juegos en Ultra HD. El caso más emblemático es Sea of ​​Thieves, que ocupa solo 17 GB en la Serie S y puede usar hasta 40 en la Serie X, una diferencia muy grande.

Un papel clave en todo esto pertenece a Smart Delivery, una nueva función introducida por Microsoft que selecciona automáticamente qué versión del juego descargar en función de la consola en uso. Esta función está integrada en la nueva tienda de Xbox y al mismo tiempo te permite comprar una única licencia para juegos de Xbox, independientemente de si la compra se realiza en Xbox One o Xbox Series X | S. Del mismo modo, los juegos guardados son totalmente compatibles entre las dos generaciones de consolas. Por lo que podrá reanudar sus juegos donde los dejó en Xbox One.

La palabra clave de Microsoft es claramente “Continuidad“, minimizando asà todos los inconvenientes tÃpicos de un salto generacional, entre comprar juegos que ya tenÃan en la plataforma anterior, verse obligado a empezar de nuevo con sus tÃtulos favoritos o tener que volver a comprar accesorios para su consola. Asà es: las Series S y X son totalmente compatibles con todos aquellos dispositivos comprados para la última generación de consolas. (ya sean micrófonos, auriculares, Gamepad, etc.). Obviamente, la compatibilidad con versiones anteriores también va en esta dirección. Se puede activar para todos los juegos de Xbox One (excepto los tÃtulos de Kinect), más aquellos Xbox 360 y Xbox Original.
X Box Gamepad XBOX SERIES S Y XBOX SERIES X
Hablando de Gamepad, se debe elogiar al equipo de hardware de Microsoft. El controlador de Xbox Series X y Xbox Series S vuelve a casar una filosofÃa de continuidad, actuando como una evolución directa de la de Xbox One. La primera novedad que llama la atención es el nuevo botón Share (compartir). Este botón de forma similar a lo que se ve en PS4 y Nintendo Switch permite realizar capturas de pantalla y clips.
El segundo cambio se refiere a la textura superior, que se vuelve opaca como el Gamepad con mucho agarre rudo para las sesiones de juego más intensas. También hay un ligero aligeramiento de toda la unidad, probablemente gracias a los nuevos materiales utilizados. Cabe mencionar también el excelente trabajo realizado sobre la latencia en la comunicación inalámbrica entre Gamepad y consola. Aún más reducido en comparación con Xbox One.
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Obviamente, existen tecnologÃas adicionales como Super Resolution / DirectML, que de manera similar al DLSS de Nvidia permite un aumento significativo en el rendimiento y la calidad de video a través de tecnologÃas de aprendizaje automático. Lamentablemente, todavÃa no es posible ver la tecnologÃa en acción en acción, que imagino que solo aparecerá en 2021. Los tÃtulos optimizados, en la actualidad, obviamente ofrecen un impulso tanto en resolución como en rendimiento, pensemos en la posibilidad de 120 frame. por segundo, 4K nativo y, en algunos casos, como el último Watch Dogs, trazado de rayos. Hablando de juegos sin parches de próxima generación, la situación es un poco más compleja. En el caso de la Serie S, los tÃtulos de Xbox One se ejecutarán en modo One S aplicando un filtro anisotrópico x16, con los tÃtulos de Xbox 360 y Xbox Original optimizados a 1440p. En caso contrario, en el caso de la Serie X los tÃtulos correrán en la versión One X. Siempre aplicando un filtro anisotrópico x16, con los tÃtulos de Xbox 360 y Xbox Original optimizados en 4K. Luego encontramos casos especiales, en los que Microsoft, a través de su emulador, logra duplicar la velocidad de fotogramas de los tÃtulos de Xbox One. Incluso sin patch de próxima generación. Un caso es el de Fallout 4, que va de 30 fotogramas en One S y One X a 60 fotogramas en Series S y Series X. La situación de los parches de próxima generación está prácticamente en proceso, pero una cosa es cierta: Durante mis juegos con tÃtulos compatibles con versiones anteriores nunca he tenido bloqueos, ralentizaciones o incompatibilidades de varios tipos, una señal de que en el lado del software se ha hecho un gran trabajo para hacer que toda la biblioteca sea compatible con el nuevo hardware. Ante el anuncio de la Serie S muchos usuarios se mostraron escépticos, al tratarse de una consola a un precio “económico”, con potencia reducida. El pensamiento se referÃa inevitablemente a las posibles limitaciones técnicas que podrÃan afectar a la consola principal. De mi experiencia con las dos consolas, puedo decir que no hay nada que temer. La Serie S comparte mucho más con la Serie X de lo que se cree, CPU y SSD en primer lugar. La idea de Microsoft, que luego se hizo realidad con la llegada de las consolas, es la de una Serie X de resolución reducida, para usuarios menos exigentes o simplemente para aquellos que quieren quedarse en una pantalla de 1080p y no tienen intención de invertir dinero en una 4K. TV o monitor. Obviamente, nada le impide conectar la Serie S a una pantalla 4K y HDR. La consola admite ambas, pero en el caso de los juegos, el hardware de la consola mejorará la resolución nativa del juego a Ultra HD. Hablando de HDR, encontramos una función muy bonita: HDR automático. A través de un algoritmo, la consola convertirá tÃtulos SDR a HDR en juegos compatibles y definitivamente se promueve el efecto final. Esto no se limitará a los juegos de Xbox One / Xbox Series X | S, sino que se puede usar en tÃtulos de Xbox 360 y Xbox Original. No hay demasiados tÃtulos compatibles en este momento, pero Microsoft ha prometido expandir la lista de juegos elegibles en los próximos meses. En ambas consolas encontramos soporte completo para Freesync de AMD para monitores y televisores compatibles. Por el lado del audio, sin embargo, existe la posibilidad de utilizar Dolby Atmos, DTS y audio multicanal 7.1, sin comprimir a través de HDMI. Finalmente, están todas las diversas aplicaciones de audio y video y cualquiera como Netflix, Amazon Prime Video, Spotify o Disney +. Asà que vayamos al comportamiento real de los dos hardware, hablando de temperaturas y ruido. Ambas consolas son extremadamente silenciosas en todas las condiciones de trabajo, incluso con los tÃtulos más exigentes disponibles actualmente. Microsoft ha hecho un trabajo superlativo en este sentido, logrando empacar dos hardware incluso más silenciosos que Xbox One S y One X. En cuanto a las temperaturas, las dos máquinas emiten aire caliente desde sus respectivas rejillas, la Serie S tiende a ser ligeramente más cálida que la Serie X, pero ambas permanecen en general muy frÃas y silenciosas, sin fenómenos de sobrecalentamiento. Obviamente, hay una falta de tÃtulos que puedan llevar a los SoC a bordo de las dos nuevas Xbox al lÃmite. Pero lo digo con toda honestidad. Nunca antes habÃa visto una calidad de construcción tan alta y una atención al detalle tan alta en el mundo de las consolas. La idea de crear dos máquinas con dos objetivos de usuario muy especÃficos podrÃa resultar un paso excelente a lo largo de los años. Veo a la Serie S como una consola para aquellos que quieren jugar sin demasiadas pretensiones. Para aquellos a los que no les importa el detalle gráfico y simplemente quieren disfrutar de tÃtulos pasados, presentes y futuros en una plataforma de hardware moderna. El tamaño muy pequeño también lo hace perfecto para llevar en una mochila o como una segunda consola. Su naturaleza totalmente digital podrÃa, sin embargo, alienar a los amantes de los tÃtulos en formato fÃsico. Xbox Series X, por otro lado, se erige como una consola para aquellos que quieren el máximo, tanto en tamaño como en potencia. En un panel 4K, la consola insignia de Microsoft flexiona sus músculos. La presencia del reproductor óptico tampoco debe subestimarse para quienes usan la consola para ver pelÃculas en Blu-ray. O simplemente para instalar sus juegos desde un disco. Xbox Series X y Xbox Series S son dos de las piezas que conformarán la estrategia de próxima generación para la división de juegos de Microsoft. La compañÃa estadounidense llega al mercado con dos consolas muy sólidas en cuanto a hardware, una Xbox Game Pass que necesitarÃa un artÃculo dedicado debido a la inmensidad y complejidad del servicio y la promesa de numerosos tÃtulos propios a lo largo de la generación. . Para Microsoft, el significado mismo de “generación” obviamente ha cambiado. El Game Pass se convierte asà en el auténtico Netflix de los videojuegos. Sin cerrar las puertas al entusiasta de la vieja escuela que quiera comprar sus tÃtulos favoritos en formato fÃsico o digital. Solo el tiempo dirá si las promesas hechas por Microsoft se mantendrán. Sobre todo si el plan elaborado por la división Xbox resultará crucial para el relanzamiento de la plataforma. Si Xbox Series X y Series S son el anticipo de todo esto, el futuro parece muy brillante. Si te gusto este articulo o tienes algunas sugerencias házmelo saber en los comentarios
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